Por: Lizeth López Velarde Ramírez
El General Dionisio Triana, originario de Zacatecas, conocido entre las tropas como “Curita Triana”, pues había estado en el Seminario e incluso señalaban, se había ordenado para luego unirse a la Revolución, tuvo un trágico final, pues fue fusilado al interior del Panteón de la Cruz en Aguascalientes por órdenes de quien era para él, su más grande héroe.
La orden de su fusilamiento la dio el propio Francisco Villa, basado rumores, toda vez que el tío de Dionisio, el General Martín Triana, pertenecía a las tropas de Álvaro Obregón; y a pesar de la firme lealtad de Dionisio, su pariente insistía en que dejara a Villa a través de varias cartas.
Dionisio no había mostrado ninguna muestra de deslealtad. Tras la Convención de 1914 que se realizó en Aguascalientes, había sido asignado a un cuartel ubicado en Fundición, en esta misma ciudad. Fue en abril de 1915 que Francisco Villa llegó a visitarlo y vigilar que todo estuviera en orden, Dionisio aprovechó para pedirle permiso de ir a Estados Unidos a curarse una herida que desde tiempo se había hecho en batalla, pero esta sola petición bastó para que Villa creyera que uno de sus más fieles generales, pretendía irse al bando de Obregón.
En las propias memorias de Francisco Villa, relata que tras platicar con varios generales en Aguascalientes, quienes fueron los que le metieron en la cabeza sobre lo peligroso que podría ser para ellos que el “Curita Triana” hiciera caso a su tío y cambiara de bando, debido a toda la información que tenía, “salí de mi carro al andador de la estación y dije a Juan Bautista Vargas A., que allí estaba: “Muchachito, es mi orden que un oficial y cinco hombres lleven ahora mismo a Dionisio Triana al cementerio y lo fusilen allí. Tú vas con ellos, presencias allí el fusilamiento y vienes a rendirme parte de lo que veas”.
Su relató continúa “Así se hizo. Salió Vargas al cumplimiento del deber, en horas que serían las cinco de la tarde, y media hora después volvió y me dijo :
-Ya está fusilado Dionisio Triana, mi general. Me dio este anillo, que es de oro y topacio, y estas llaves para que de su gaveta sacara yo otro, de platino y brillantes, que Felipe Ángeles le había regalado. Además, escribió este papel.
Le pregunté yo :
-¿Murió Triana con valor?
-Sí, mi general.
-¿Dio él mismo órdenes para que le dispararan?
-Sí, mi general.
-¿Dictó algunas disposiciones?
-Ninguna, mi general.
-¿Te dijo para quién era el papel?
-No, mi general.
Cogí yo entonces aquel papel y lo leí. Su contenido era éste:
“Igual es morir que vivir; pero me alegro de irme al otro mundo donde tal vez no encuentre verdugos ni tiranos.”
En aquellos tiempos, justo donde se encuentra la placa, había una barda del panteón, fue años después que las autoridades tuvieron que tirar esa barda para así poder ampliar el cementerio.
Y así, Dionisio fue fusilado y sepultado en el Panteón de la Cruz en la Ciudad de Aguascalientes, en donde con una placa se recuerdan tales sucesos, siendo esta una de las tumbas más antiguas de dicho cementerio.










