Por: Alan Palafox Porter
Luego del terremoto que sacudió a Turquía en semanas pasadas, la gobernadora de Aguascalientes, Teresa Jiménez Esquivel, se comunicó con el grupo de rescatistas que en 2017 había viajado a la Ciudad de México a participar en las labores de rescate tras el sismo de 7.1 grados.
“Yo le comento que estamos en las posibilidades, el grupo está listo, Ruger está listo, y ella la verdad es que no titubeó nada para tomar la decisión y hacer lo pertinente para salir para allá”, comentó el Comandante Juan Refugio Sánchez Moreno.
Ruger es un pastor alemán de 6 años, hijo de Humo, el perro rescatista que los acompañó en aquel entonces a la Ciudad de México, y junto con 8 elementos entre paramédicos, Protección Civil y Bomberos, realizó un heroico trabajo en condiciones muy complicadas del otro lado del mundo.
“La verdad es que por los horarios y todo esto, en lo personal y creo que la mayoría, hasta perdimos la noción del tiempo. Trabajamos alrededor de 7 u 8 días en los escombros y lo demás fue de vuelos, fueron 12 días fuera de México”.
Al llegar a Turquía, el equipo hidrocálido entró en acción inmediatamente. La misión encomendada era buscar entre los escombros a una mujer y su hija.
“Desde el primer día que llegamos nos ponemos a trabajar en la madrugada, en temperaturas muy bajas de 9, 11 grados bajo cero (…) Nos llevan a unos edificios, entre ellos un hotel, donde se presumía que faltaban dos personas, una señora y su hija”.
“No tardó mucho cuando empezó a marcar; el primer marcaje de esta intervención en Turquía, y fue efectivo, se encontró a la señora y a la hija que no encontraban. Y de ahí no nos soltaron, nos llevaron a otros escenarios a trabajar, alrededor de 8 escenarios con varios edificios”.
En total, Ruger realizó 4 marcajes que derivaron en la localización de más de 15 personas.
“4 marcajes, alrededor de 15 o 17 personas, desgraciadamente ya sin vida (…) por la situación, por cómo estaban los edificios, el clima, sí fue complicado. Pero qué quiere decir, si Ruger, el perro de búsqueda los marcó, es porque tenían muy poco tiempo de haber muerto”.
Lo vivido en 2017, comentó Refugio Sánchez, permitió al equipo hacer frente a la situación a la que se enfrentaban una vez más, ahora fuera del país.
“La experiencia que tuvimos en la Ciudad de México nos sirvió mucho porque lo que vimos allá, nos dio un poco más de experiencia, madurez, a lo mejor hasta dureza; porque es muy fuerte lo que uno vive en general (…) todo lo que ves allá es fuerte, pero creo que ya teníamos algo de haberlo vivido en la Ciudad de México y nos sirvió mucho”.
“Trabajamos bien, nos sentimos satisfechos con lo logrado”, es la conclusión que Refugio Sánchez hace de las labores que el heroico equipo de rescatistas hidrocálidos realizaron en Turquía.
